domingo, 7 de abril de 2024

Las bestias


Pasabas tus días quietos

Esperando a Maitreya
Mientras los animales
Condenados a la eterna desnudez
Sin vergüenza te acechaban
Tras la mampara

Eran bestias enormes y hambrientas
Carnívoras que a sangre y piedra
Habían pintado de rojo los maizales

Así colmillo a lengua rugían a la Luna
Mientras las estrellas se apagaban del terror

Y tú
Gran amante de los bosques con sus nubes y sus bestias
Mirabas tras el vidrio

Cuando nos empezó a golpear el hambre
Nos aventuramos
A correr hasta el mercado
Allá donde abundaban la carne
La fruta y los tábanos

Nos persiguieron dos bestias colosales
Mostrando sus colmillos

Solo uno de los dos
Llegó a la meta.

jueves, 21 de marzo de 2024

Canción del bosque


Dejamos de ser juntos canción de la memoria
Quisimos ambos entonces
Vivir aquí y ahora
Dejamos de extrañarnos
Y entre pinos nos atrevimos
A pasar la noche a la intemperie
Sin miedo a las bestias que acechan
Desprevenidos venados

Fuimos entonces sombra para las criaturas
Más inocentes
La punta de una piadosa cadena alimenticia

Las noches rotundas las pasamos enhebrando hilos
Bordando como dos apacibles ancianas

Descubrí contigo el mundo de la artesanía
En tus manos vibraba la fe del espíritu
Todo aquello con alma era plasmado
Sobre la tela incólume
Que no por ser rústica perdía su inocencia

Así pasamos siete días siete noches
Derramando colores sobre aquellos nuevos lienzos

La carne devoramos como lobos hambrientos
No hay cueva que pueda negarse
A recibir nuestro arte y nuestros cuerpos

Hoy es día de fiesta en el bosque
Lo sé porque las aves festejan con sus cantos
Y tú yaces feliz en cama dormitando
Verás que este camino por más primitivo
Y duro que parezca a ojos extraños
Será miel de la vida y leche para el alma

Así en plena tormenta tendrás cómo beberlas
Y ya no habrá tifones en tus ojos ni en tu boca
Solo corrientes de aire con el olor de las gardenias
En nuestro sendero amado hacia el río
Y ya no habrá dolores que paralicen tu espalda
Y ya no habrá temores en tus pechos

Pasaremos la noche mirando
Caer la lluvia leve como pájaros que juegan
Saldremos entonces a recibir las gotas
Cargadas con el rubor de la tarde

La dulce vergüenza de estar desnudos
Nos invadirá enteros y ya no habrá promesas
De amor de desamor o condolencias
Pues juntos hemos llegado tan lejos
Tan solo alimentando nuestros cuerpos
Carne a carne en naturaleza muerta.

martes, 12 de marzo de 2024

El escalón


Desangelada
Pálida e inmóvil
Casi sangrante en el camino de piedras
Huiste de los sueños obsesivos de los peces
Para posarte en mi puerta
Con una mochila de jean
Érase entonces un verano
Que hacía arder las espaldas
Y con el mar compañero nos hicimos
Amantes de nadar y correr tabla
Cuántas veranos se hicieron automáticos
De pronto
Perdí la cuenta de las olas
Perdí la cuenta de los años
Lo que jamás perdí fue el relicario
Que un día pusiste entre mis manos
Cuando tuviste que partir de vuelta al mar
El lugar adonde realmente
Pertenecías
Tus peces amados te extrañaban
Más de lo que yo podía amarte
No me quejo
Me alegra haber servido
De escalón para tu vuelta a casa.

domingo, 10 de marzo de 2024

Agradezco mucho a Sarko Medina Hinojosa, editor del suplemento Cultura Viva del Diario Los Andes, donde ha publicado uno de mis poemas.

miércoles, 14 de febrero de 2024

El fantasma de mi casa


Tengo ganas de juntar
Todos los rancios silencios de esta casa
Y gritarlos hacia el mar

(Hay tanto que debemos enfrentar
La adolescencia el mal humor los sueños húmedos)

En esta casa un fantasma me repite en los sueños
Coplas a la muerte de su padre
Yo le repito
Las mismas parábolas que aprendí a cantar de niño
Es un combate entre dos muertos

Ya tengo toda su atención
Es hora de escapar de sus tentáculos.

sábado, 10 de febrero de 2024

Naturaleza muerta


Tú nunca andas sola
Una bandada de aves rosas te siguen y saludan
Cuando estás triste
Dueles como una patria echada a perder
Mientras qué hago yo
Yo soy una bestia venida a menos
Una suerte de primate que anda erguido
Que se alimenta de insectos vegetales y trufas
Me abrazo
A la sólida estructura de tus huesos
Mis mal pronunciadas palabras te alcanzaron
Quiero cazar contigo
Quiero llevar sobre mis hombros
La recompensa del plomo y la pólvora
Cuando en un segundo es fulminada
Una desgraciada criatura bajo la luz de la Luna
Mi cazadora experta pareces exhausta
Vamos a casa de regreso porque veo ennegrecerse el cielo
Nada bueno les espera a los que cantan a la intemperie
Canciones bellas pero inútiles
Tu dios no me escucha y me mira
Estupefacto duro y con cierta condescendencia
Ninguna deidad nos podrá encontrar
Ni dar con nuestra vieja cabaña en esa suerte
De puentes imposibles que por poco nos matan
Cuánto quisiera regresar contigo
Como dos cazadores al campo
Construir sobre el pasto y las palmeras
Las primeras piedras que cargaremos
Como sudosas estatuas romanas
Aquí nos quedaremos Amor que no hace falta
Romper ninguna frontera
Mejor vamos a limpiar los fusiles y a dormir
Como duermen los gatos en el pasto.

jueves, 11 de enero de 2024

Claudia


Siento la pena hundida entre mis manos mientras recuerdo
Nuestra antigua casa 
En cuyo jardín florecían
Aves azules que aleteaban en silencio

Nos cuidaban las espaldas
Orquídeas girasoles y madreselvas

Pasaron así años de incertidumbre buena
La tensión la he saboreado como el hielo dulce
Pero yo
Soy un soldado de vuelta en su patria
Cansado de pelear y con los brazos bien abiertos

Aprendí a amar una noche que navegaba
Por las calles luminosas de este desierto hecho ciudad

Un día
Conocí a Claudia con sus collares de conchas marinas
Sus anillos de coco
Su cabello ensortijado

El amor nos conoció a primera vista bajo un árbol
Pues siendo los dos fantasmas entre el asfalto y las piedras
Gradualmente nos unimos en un abrazo

Poco tiempo después compartíamos aquella casa
Del jardín rojo y atrapasueños en la puerta del cuarto
Éramos pura hiel para los ojos asombrados
De los citadinos que al mismo tiempo
Odian y aman su asfalto y sus piedras

Entre nosotros éramos fluidos y calores cada día
No pasaba una mañana sin comernos las bocas y los cuerpos
Éramos ardor perpetuo en los vientres
Así sería la mayor parte de la década pasada
Hasta que un rayo partió tu pena
Hizo añicos lo único verdaderamente tuyo
Te quedaste sin nada que ofrecerme

Yo te insistí en que nada tenías que darme
Pero te sentiste tan miserable
Que la vida comenzó a escapársete como sal entre los dedos
Dejaste de comerme la boca y el cuerpo
Comenzaste a decir no a la comida y la bebida

Un buen día de septiembre entre tus manos apresaste
Un pájaro mensajero
Leíste su secreto
Te desdibujaste ante mis ojos
Me pediste
Que te dejara partir

Yo nunca más volvería a buscarte
Pero aún te espero.